Escribir y su proceso creativo

Muchas personas me preguntan cómo escribo, en qué me inspiro, cómo llevo a cabo el proceso; me cuentan las dificultades que tienen y quieren saber cómo solucionarlas. Comienzo diciéndote que no tengo las respuestas, solo mi experiencia y, es probable que mis técnicas no sean las que te sirvan. El proceso artístico es personal y, lo primero que puedo aconsejarte, es que encuentres la forma que más te acomode y haga sentido.

Por supuesto, soy una escritora que comienza su carrera, por lo tanto, te recomiendo investigar sobre el proceso de escritura de grandes artistas, como José Saramago, Haruki Murakami, Julia Navarro, Eduardo Sacheri, entre otros. Ellos dedican la mayoría de su tiempo al ejercicio de la escritura y tienen vasta experiencia; sin embargo, he logrado publicar dos libros, estoy escribiendo un tercero y no creo que me vaya a detener. Así que supongo que algo de lo que aquí te diga podría hacerte sentido.

Leer

Hay algunos elementos claves. Si quieres escribir para que otros te lean, debes leer, no solo porque así aprendes ortografía o gramática o vocabulario, sino porque el leer a diversos escritores
te permite descubrirte, agarrar elementos que pueden ayudarte a encontrar esa identidad. 

Como segundo elemento, responde esta pregunta: ¿Por qué escribes o deseas hacerlo? Componer letras, historias, mundos, debe apasionarte. Yo escribo por necesidad, porque hoy mi vida cobra sentido gracias a ello y lo disfruto. Si escribir es un estrés y lo sientes como una tortura, no lo hagas. Esta vida es para ser feliz y el artista debe gozar creando, para que tenga sentido.

El tercer elemento, y esto lo he dicho en entrevistas y en las anteriores publicaciones, es que escribir es un ejercicio. No te voy a decir que te sientes ocho horas frente al computador o el cuaderno, porque, para eso, tendrías que poder vivir de esta profesión, pero sí que debes hacerlo todos los días. Y es difícil, ¡no lo sabré yo!, mas absolutamente necesario. Cuando trotas o vas al gimnasio, no todos los días tienes ganas. Lo mismo ocurre con la escritura. Si logras establecerla como rutina, verás que incluso las mejores ideas surgen en esos días en que pensabas que nada bueno saldría. 

Sinfonía

Como cuarto pilar, está el corregir. El momento en que me siento a escribir es una liberación, una conexión íntima conmigo misma, un baile desnuda y sola, el espacio para “vomitar”, fluir. Luego, viene el trabajo tedioso, que es esta “cirugía” de la que suelo hablar, revisar detalles, errores, no una, sino diez veces o veinte, si es necesario. Si quieres que otros lean tu trabajo, debes dar la mejor versión de tu obra. Ojalá una o dos personas más te lean antes de pasar el texto a la editorial y luego pase por más de un editor. Piensa tu libro como si fuese una sinfonía, cada instrumento debe estar afinado, ir al tempo, en el volumen necesario y fundiéndose con los otros.

 

Si te surgen consultas o quieres compartir conmigo tu experiencia, te invito a escribirme a través del formulario del sitio web o dejar tu comentario al final de este post.  .

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