Posiblemente, no nos despertemos cada día recordando lo que soñamos; sin embargo, en todo ciclo de sueño, 3 a 6 por noche, soñamos entre 5 a 20 minutos. Mientras dormimos, pasamos por 5 etapas y es en la última, movimiento ocular rápido o REM, por sus siglas en inglés, en que ocurren esos cuentos ilógicos. Físicamente, lo que ocurre es que la respiración se vuelve más rápida e irregular, los ojos realizan movimientos rápidos en varias direcciones, mientras los músculos de las extremidades se paralizan temporalmente. Por otro lado, se aprecia un aumento en la frecuencia cardíaca y la presión arterial.

Los sueños representan distintos deseos, anhelos y miedos inconscientes. Además, procesan la información que hemos recibido durante el día. Según investigadores, el soñar permite a la persona prepararse para posibles amenazas futuras y cumple con generar: “un estado de conciencia único que integra la experiencia del presente, el procesamiento del pasado y la preparación para el futuro” (Nichols, 2020). El doctor Sigmund Freud estudió el significado de los sueños desde la mirada psicoanalítica. Para él, todos los sueños eran interpretables y tenían relación con los instintos y deseos de cada persona. Los sueños, en otras palabras, serían la voz del inconsciente intentando satisfacer aquello que el individuo conscientemente no pudo.
Pero, más allá del real significado o de los misterios que pueda codificar un sueño, es evidente que ellos reúnen una serie de experiencias emocionales que contienen temáticas, personajes y objetos que se relacionan con nosotros. Es por ello por lo que algunas personas consideran que el ejercicio de anotar lo ocurrido en los sueños es, además de un ejercicio creativo, uno de autoconocimiento. Escribirlos permite llevar a nuestro consciente aquello que la mente esconde, sobre todo en cuanto a preocupaciones e ilusiones se refiere. La repetición de contextos o personajes también permite recabar información sobre aquello que es importante resolver. De alguna forma, ciertos elementos nos indican el camino hacia aquello que debemos poner mayor atención. El problema es que los sueños, si logramos recordarlos, permanecen muy poco en nuestra memoria, incluso apenas unos instantes luego de despertar. La bitácora nos permite recordar no solo los hechos, sino las emociones o sentimientos que dicha experiencia onírica provoca, entregándonos información muy valiosa que, sin duda, agradeceremos más adelante.

Fuentes bibliográficas
Nichols, H. (22 de diciembre, 2020). ¿Qué significa cuando soñamos? Obtenido de: https://www.medicalnewstoday.com/articles/es/suenos#causas
Vásquez, C. (19 de julio, 2020). Estos son los beneficios de escribir tus sueños. Obtenido de: https://www.eldiario.es/era/son-beneficios-escribir-suenos_1_6134978.html